Las abejas del género Scaptotrigona (pectoralis), conocidas comúnmente como "abejas enredapelo", son abejas sin aguijón pertenecientes a la subfamilia Meliponinae. Estas abejas juegan un papel crucial en la polinización de plantas en diversas regiones de América Latina. En Chaguaní, Cundinamarca, estas abejas son una parte integral de los ecosistemas locales.
Las abejas Scaptotrigona son pequeñas, con una longitud que varía entre 5 y 7 mm; tienen un cuerpo negro o marrón oscuro con algunas partes amarillentas, especialmente en el tórax y las patas; poseen una cabeza proporcionalmente grande, con ojos compuestos prominentes y tres ocelos en la parte superior; las antenas son largas y segmentadas, utilizadas para la percepción sensorial; tienen mandíbulas fuertes adaptadas para manipular cera y resinas.
En lugar de aguijón, las abejas de este género presentan un comportamiento defensivo notable, atacando a quienes se acerquen al nido mediante mordeduras, enredándose en el pelo o impregnando resinas.
Habitan principalmente en climas cálidos y húmedos del piso térmico tropical, desde el nivel del mar hasta aproximadamente 1,200 metros; también, pueden encontrarse en altitudes entre 1,200 y 2,400 metros, donde las temperaturas son más frescas pero aún adecuadas para su actividad; prefieren los bosques tropicales y subtropicales húmedos, tanto primarios como secundarios y pueden adaptarse a áreas perturbadas, incluidas zonas rurales y urbanas con suficiente vegetación.
Se distribuyen ampliamente en América Latina, desde México hasta Argentina; en Chaguaní, estas abejas se encuentran en los bosques y áreas rurales donde contribuyen significativamente a la polinización; viven en colonias organizadas con una reina, obreras y machos, llegando a tener varios miles de individuos; construyen sus nidos en cavidades de árboles, troncos y a veces en estructuras artificiales, utilizando cera y resinas y la miel de las abejas Scaptotrigona es conocida por sus propiedades medicinales y su sabor único, siendo más líquida y menos dulce que la miel de Apis mellifera. Producen propóleos con propiedades antimicrobianas, utilizados para sellar y proteger el nido.
Son polinizadoras eficaces de una amplia variedad de plantas, contribuyendo a la biodiversidad y la productividad agrícola. Su polinización es crucial para la reproducción de muchas especies vegetales, manteniendo la salud del ecosistema.
Aunque no tienen aguijón, estas abejas pueden defenderse eficazmente mediante la producción de feromonas que alertan a la colonia. Su comportamiento de "Enredapelo": o su nombre común proviene de la tendencia a enredarse en el pelo cuando son molestadas, lo que puede ser incómodo pero no peligroso para los humanos. La deforestación y la urbanización son las principales amenazas para estas abejas. El uso de pesticidas y la contaminación ambiental afectan negativamente a sus poblaciones.
Conservación:
Es esencial proteger y restaurar los bosques y hábitats naturales donde estas abejas viven. Fomentar la cría y manejo sostenible de abejas sin aguijón puede ayudar a preservar sus poblaciones.
Las abejas del género Scaptotrigona, conocidas como "abejas enredapelo", son fundamentales para la polinización y la biodiversidad en Chaguaní, Cundinamarca. Su capacidad de adaptación a diferentes hábitats y su comportamiento. Estas abejas son vitales para los ecosistemas tropicales y subtropicales de América Latina. Su morfología, comportamiento social, y capacidad de adaptación a diferentes pisos térmicos y hábitats las hacen esenciales para la polinización y la biodiversidad.
A pesar de las amenazas que enfrentan, los esfuerzos de conservación pueden asegurar que continúen desempeñando su papel crucial en el mantenimiento de los ecosistemas y la agricultura sostenible.
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